El Palacio de Carondelet se viste de los colores típicos de la “Carita de Dios”
“Chulla quiteñito, ojitos de capulí, cuando tú me miras, siento que tu amor es para mí”.
La gracia de las “quiteñas bonitas”, impresionaban al público presente, que acompañaba los actos tradicionales con palmas y gritos
La gracia de las “quiteñas bonitas”, impresionaban al público presente, que acompañaba los actos tradicionales con palmas y gritos
Nada fue excusa para las familias quiteñas. Con periódicos, gorros, paraguas para el sol y un asiento propio, acudieron a los desfiles tradicionales, valiéndose de muchas bocanadas de agua y un par de fotos, registraron su asistencia en los desfiles de la ciudad.
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